Grasas para rodamientos

Hay muchos diseños geométricos y tamaños de rodamientos que siempre requieren soluciones individuales de lubricación. XICAPAM dispone de grasas lubricantes para cada requerimiento, sean estos la resistencia a temperaturas altas o bajas, las altas o bajas velocidades de trabajo pesado o ligero o las aplicaciones específicas en industrias alimenticias o farmacéuticas.

Entre casquillos y ejes lisos, así como en rótulas y otras articulaciones, existe muy poco espacio donde se pueda albergar una cierta cantidad de lubricante. Por tanto, es necesario que la pequeña cantidad aplicada a través de los engrasadores resista la expulsión de las zonas de presión y fricción. Para ello, XICAPAM dispone de grasas estructuralmente adhesivas y fibrosas capaces de mantenerse en estos puntos críticos.

XICAPAM dispone de grasas para rodamientos fabricadas a partir de aceites (minerales o sintéticos) y espesantes de complejo de litio, calcio, complejo de aluminio, entre otros. Contienen aditivos que reducen el desgaste e inhiben la oxidación y la corrosión, así como aditivos EP y otros para mejorar la adherencia, con el fin de garantizar unas prestaciones extraordinarias.

Las grasas para rodamientos que empleamos permiten la reducción del número de lubricantes (con el consiguiente ahorro de costes de almacenamiento y de evitación de errores por la aplicación de un producto inadecuado). Su larga vida útil permite aumentar la duración de los ciclos de reengrase.

Proveemos grasas multiusos con una excelente estabilidad mecánica que mantienen su estructura estable bajo carga, por lo que no se produce reblandecimiento de la grasa lubricante, ni desgaste en el punto de lubricación. También cuentan con una altísima capacidad de carga que forma una película lubricante continua que no se rompe, incluso en caso de estar expuesta a cargas dinámicas.

Así mismo, nuestras grasas ofrecen una elevada resistencia a flujos estáticos de agua sin reblandecimientos ni desgastes en el punto de lubricación en ambientes húmedos. Cuentan con una alta protección frente al desgaste de las superficies en contacto, incluso en condiciones de funcionamiento variables.

Su excelente adherencia permite formar una película lubricante estable y uniforme que no queda aplastada entre las superficies en contacto, ni siquiera cuando está sometida a cargas pesadas, evitando también el contacto metálico a bajas velocidades. Su estabilidad térmica y a la oxidación evita que se produzca el endurecimiento de la grasa lubricante a altas temperaturas y una mínima separación del aceite.

Por último, también ofrecen una alta resistencia a la vibración, pues la estructura de la grasa lubricante permanece estable sin ablandarse ni desaparecer del punto de lubricación.

Las grasas para rodamientos que empleamos permiten la reducción del número de lubricantes (con el consiguiente ahorro de costes y errores.